BIBLIOTECA “ ENTRAMBASORILLAS ”:

La marca “Entrambasorillas”, tiene como principal actividad , por el momento, la gestión de los Apartamentos Turísticos del mismo nombre localizados en Valcabado (Licencia 49/ 40) , localidad rural sita en la provincia de Zamora, a poco más de 4 kilómetros al Norte de la capital, en la comarca denominada Tierra del Pan.

Ambos apartamentos conforman lo que podemos denominar “casa rural”; pues, de hecho, en la segunda mitad del siglo XIX, conformaban una unidad de explotación rural de un labrador acomodado, dedicada a los principales productos de la tierra: un lagar-bodega amplio para la elaboración y guarda de vino, una panera para el almacenamiento de cereales, y un corral con tenadas para cobijar un rebaño de ovejas; junto con las alcobas y cocina que albergaban modestamente al lagarero y al pastor.

Pues bien, en la restauración de estos espacios para su conservación y adaptación a su uso residencial actual, la Panera se ha reconvertido, conservando sus volúmenes, espacios y “ambiente”, en un amplio salón de estar-comedor-biblioteca y sala de música.

La biblioteca, que ocupa un altillo, en forma de “u” sobre el muro norte de la Panera , junto con otras dependencia del apartamento denominado El Palomar, situado detrás a la misma altura de este altillo encima de la bóveda de la bodega, reúne en sus fondos y en su propia organización una buena parte del espíritu que encierra la marca “Entrambasorillas”: lugar de encuentro de ambas orillas a uno y otro lado del Atlántico y del Pacífico; espacio para compartir las historias, los modos de vida, los saberes, las creencias, las ideologías, los placeres de los sentidos y del alma (cualquiera que sea la naturaleza de esta) de cualquier orilla …, siempre que se respete e interese la “otra orilla”.

Por razones relacionadas con la historia particular de los propietarios de este viejo lagar, historia en la que Iberoamérica ha tenido una presencia singular durante años, alternando con la Castilla profunda, la organización de la biblioteca, básicamente para ordenar su distribución espacial, se ha efectuado a partir de un eje central (arco de hierro que facilita la sujeción de la barandilla del altillo en su zona central).

Este arco simula el meridiano de Tordesillas: tratado por el que Portugal y España, en 1494, distribuyeron las zonas de navegación y conquista del viejo y el nuevo mundo para evitar conflictos entre ambos poderes, meridiano que trazaba una línea imaginaria a 370 leguas al Oeste de las Islas de Cavo Verde, y que en las antípodas pasaría aproximadamente por las Islas Molucas. Sobre el tal tratado han corrido ríos de tinta sobre los que no entraremos, valga como referencia para dividir orientativamente, la localización de la producción librera del mundo en los anaqueles de esta modesta biblioteca, enraizada en tierras de pan llevar, pero con vocación soñadora hacia todos los mares de la rosa de los vientos.

Se trata de una biblioteca, necesariamente orientada hacia ciertas especialidades (dadas las limitaciones de espacio y la idiosincrasia de sus propietarios):

A) De un lado, al oeste del arco:

Narrativa, Historia y Ensayo iberoamericano, angloamericano y del resto de los países situados al Oeste del meridiano;

B) Del otro, al este del arco:

Historia, Ensayo , Filosofía de España (y Portugal), Europa, África y Asia hasta Japón; la amplia narrativa española y europea, junto con otras secciones menores están situadas en los numerosos anaqueles repartidos por el apartamento “El Palomar”. En el marco de este planteamiento general, es interés de esta biblioteca prestar especial atención a la narrativa e historia iberoamericanas, a la historia de el Siglo XX europeo y la Transición Española.

En estos momentos la biblioteca se encuentra en fase de ordenación y clasificación (por ahora unos 5000 volúmenes), a falta de encontrar espacios para ubicar muchos de los fondos que aún se encuentran en cajas. Muchos han sido, y siguen siendo los amigos, familiares y compañeros que ha aportado libros a esta biblioteca, en representación de todos ellos y por su aportación y entusiasmo hemos de citar especialmente a Manuel Suarez González compañero de no pocas singladuras a ambos lados del océano.

LR 26, V, 2020