UN PASEO POR ZAMORA QUE NO TE PUEDES PERDER
Comienzo por la CATEDRAL: hay que mirar el cimborrio por fuera y… por dentro desde abajo, para sentirse pequeñito e “iluminado” con la luz de las 16 ventanas que para eso se hacían y que forman el tambor, la base de esa cúpula gallonada de un curioso estilo bizantino.
Antes de salir de la Seo veo la sillería del Coro de madera de nogal de principios del siglo XVI y la CAPILLA DEL DOCTOR GRADO. Cerca de ella hay que pararse ante el CRISTO DE LAS INJURIAS —posiblemente la mejor talla de la Semana Santa de Zamora—. Este imagen te atrapa porque tiene 3 miradas lo que la hace especial y dice mucho de la categoría escultórica del autor. Comienzo mi visita por la CATEDRAL: Hay que mirar el CIMBORRIO por fuera y… por dentro desde abajo, para sentirse pequeñito e “iluminado” con la luz de las 16 ventanas que para eso se hacían y que forman el tambor, la base de esa cúpula gallonada de un curioso estilo bizantino. Una cosa más, el Museo de la Catedral guarda un tesoro que no todo el mundo conoce: una colección de TAPICES FLAMENCOS espectaculares. Los ves y te preguntas cómo alguien le pudo sacar tanto partido a la aguja hasta el punto de contar historias “pintadas” en hilo.
La Catedral de Zamora, dedicada al Salvador (1151-1174). El más importante monumento en Zamora, concebido por Bernardo, monje cluniacense de origen francés, en torno a 1139 y bajo la protección del rey Alfonso VII. El cimborrio constituye el elemento más característico del conjunto catedralicio y una de las más asombrosas creaciones del arte medieval hispano. Su interior, austero en decoración siguiendo las doctrinas del Císter, se erige sobre una planta de cruz latina de tres naves espaciadas en cuatro tramos cuadrados con bóvedas de crucería en la nave central. Posee magníficas capillas: La Capilla Mayor, donde el retablo principal es del siglo XVIII representando la transfiguración de Cristo. La Capilla del Cardenal presidida por el espléndido retablo de Fernando Gallego de estilo hispanoflamenco. En la nave sur la Capilla de San Bernardo, con la imagen del Cristo de las Injurias. Se encuentra además el sepulcro del Doctor Juan de Grado en la capilla del mismo nombre. Destaca, también, la magnífica sillería labrada del coro.
En el museo catedralicio se conserva una de las mejores colecciones europeas de tapices flamencos del s. XV y XVII .
ALREDEDORES
Cerca de la Catedral hay que asomarse a la CALLE DEL TRONCOSO y a la de CORRAL DE CAMPANAS, que evocan tiempos pasados de una ciudad pétrea hecha a pequeña escala. Y para rememorar el Romancero hay que entrar en el CASTILLO, donde la historia nos recuerda a la reina Doña Urraca. En el entorno está el denominado hasta hace poco, PORTILLO DE LA TRAICIÓN al que los zamoranos cambiaron el nombre por el de PUERTA DE LA LEALTAD. Y es que por él, cuenta la tradición, entró el Cid cabalgando sin espuelas persiguiendo a Vellido Dolfos, zamorano que mató al Rey Sancho de Castilla porque había sitiado la ciudad durante el Cerco de Zamora. A Vellido la historia le tildó de “traidor”, aunque para Zamora fue el que intentó liberar la ciudad. Ahora entiendo el cambio de nombre de la puerta que es de la misma época del refrán: Zamora, no se ganó en una hora.
El Castillo de Zamora, que sería en su día último reducto defensivo de la ciudad se asienta sobre la parte más alta del macizo rocoso sobre el que está la ciudad. Tiene forma romboidal. Se accede al Castillo por un puente que en su día fue levadizo, que salva un profundo foso de protección. Del Castillo hay que destacar la Torre del Homenaje, de forma poligonal de 6 lados exentos y uno adosado al muro. En el interior entre sus restos arqueológicos se encuentran varios aljibes y despensas subterraneas de alimento, un horno de fundición de campanas y posiblemente de puntas de saeta y de lanza , canales de evacuación de agua y tumbas de la época visigoda… El acceso público está permitido a toda la estructura incluso a las almenas, constituyendo así un imponente mirador desde el que contemplar la Catedral, el río y la ciudad. Formando parte de su conjunto y de su estructura, se ha instalado el espacio expositivo Baltasar Lobo, Castillo Centro de Arte, dedicado a la obra del escultor zamorano
MURALLA
Las murallas de Zamora son uno de los elementos que más carácter medieval confieren a la ciudad, conocida no sin razón como “la bien cercada”. El Romancero cita algunas de sus defensas: De un lado la cerca el Duero / del otro Peña Tajada / del otro veintiséis cubos / del otro la barbacana (…). De ellas ya hablaban los cronistas árabes y de hecho el primero de los tres recintos amurallados data de la restauración de Zamora realizada por Alfonso III en el año 893, y llegaba desde el castillo hasta la Plaza Mayor. El segundo recinto ampliado en dirección al Este fue levantado en el s.XII y va desde el Arco de Doña Urraca hasta la unión con la Ronda del Degolladero. Y el tercero, cuya construcción obedece tanto a causas militares como a la necesidad de defender los barrios bajos de las crecidas del Duero, se fecha en el siglo XIV y discurre desde el Degolladero por la orilla del río y las Peñas de Santa Marta
EL DUERO
Antes de dejar la “almendra” de la ciudad, me asomo al padre DUERO, el río duradero fundador de ciudades, como lo describe el poeta CLAUDIO RODRÍGUEZ, imprescindible para conocer Zamora, y uno de los grandes de las letras españolas. Para verlo mejor desde la Puerta del Obispo o desde alguno de los miradores del casco antiguo, como el del Troncoso, muy cerquita de la calle del mismo nombre. Desde lo alto hay que fijarse en el PUENTE ROMÁNICO, una joya cuyos ojos han visto pasar siglos de historia y crecidas…
ROMÁNICO
Eso es Zamora con sus más de 20 iglesias. Aunque no pueda ver todas, caminando por la Rúa, pasaré por…
-SAN ILDEFONSO: gran iglesia arciprestal que tiene las reliquias de san Ildefonso y san Atilano, cuya historia se narra en el frontal del altar mayor.
-LA MAGDALENA: donde admiro las arquivoltas de la portada y busco entre su rica ornamentación la pequeña figura del “Obispo”. Maravilloso el interior.
-SAN JUAN (en la Plaza Mayor): Al lado de la escultura del Merlú* está la portada más bonita del Templo, y sobre ella el ROSETÓN símbolo destacado de Zamora.
Hay que entrar y contemplar la delicada VIRGEN DE LA SOLEDAD, una de las que cuenta con más devoción en la ciudad y que representa la serena desolación de una madre que se resigna tras haber perdido a su hijo.
ROMÁNICO PURO: LUGARES DE INTERÉS (LISTADO)
Construcción religiosa
Catedral. Siglo XII. Destaca su cimborrio de influencia bizantina.
Santa María Magdalena. Siglo XII / XIII. Bella y elegante, en su exterior resalta la portada meridional con la representación del paraíso.
Santa María la Nueva. Siglo XI / XII. Lo más destacable es su cabecera con su ábside. En su interior podemos ver la famosa talla de Jesús Yacente del siglo XVII del autor Francisco Fermín.
Santiago de los Caballeros. Siglo XI. Es el más sencillo de los templos románicos de Zamora. Cuenta la tradición que en él fue armado caballero El Cid.
Santiago del Burgo. Siglo XII. Lo más notable es que conserva prácticamente la totalidad de su construcción original.
San Cipriano. Siglo XI. Es una de las más antiguas de la ciudad. Destacan su puerta y los capiteles interiores.
San Juan de Puerta Nueva. Siglo XII. Un singular rosetón remata su fachada sur. Dentro guarda un gran artesonado mudejar.
San Claudio de Olivares. Siglo XII. La riqueza escultórica del pórtico y de los capiteles del interior es lo más sobresaliente de este templo.
San Isidoro. Siglo XII. Situada junto a la Puerta de la Lealtad y conmemora el paso de las reliquias de San Isidoro de Sevilla en su traslado a León.
San Ildefonso. Siglo XII. Guarda las reliquias de San Ildefonso (patrón de la ciudad de Zamora) y de San Ati- lano (primer obispo de Zamora).
Santa María de la Horta. Siglo XII. Destacan su ábside y sus portadas.
Santo Tomé. Siglo XII. De influencias prerrománicas, su triple ábside y portada norte son de construcción románica. Museo Diocesano.
San Vicente. Siglo XII. Su torre es lo más destacado, siendo la mejor conservada de este estilo junto con la de la catedral.
Espíritu Santo. Siglo XIII. Tras sus muros se encontró emparedado el Cristo del Espíritu Santo, talla barroca, que desfila en la tarde del viernes de Dolores.
San Antolín. Siglo XIII. Ubicada en el llamado Barrio de la Lana, donde laneros palentinos asentaron sus negocios en la repoblación de la ciudad.
San Andrés. Siglo XII. Fue reedificada en el siglo XVI, por lo que los elementos románicos y renacentistas aparecen mezclados.
Santo Sepulcro. Siglo XII. En él destacan unas pinturas del gótico con escenas de la Pasión.
San Esteban. Siglo XII. Conserva su estructura exterior original.
Santa Lucía. Siglo XIII. Sirve como depósito de piezas del Museo Provincial, situado al lado en el Palacio del Cordón.
San Frontis. Siglo XII. De su construcción original solamente queda la cabecera.
Construcción Civil
Castillo. Siglo XI. Lo más destacable es su foso y torre del homenaje.
Puerta de Doña Urraca. Siglo XII. Es la puerta norte del primer recinto amurallado.
Puerta del Obispo. Siglo XI. Puerta del lado sur del primer recinto amurallado.
Portillo de la Traición (hoy Puerta de la Lealtad). Siglo XI. En los jardines del castillo.
Casa del Cid o Arias Gonzalo. Siglo XI. Es de las escasas muestras de arquitectura civil medieval que quedan en España.
Puente de Piedra. Siglo XII. Está formado por quince arcos apuntados con aliviaderos sobre las pilas, con ta- jamares de planta triangular.
Aceñas de Olivares. Siglo XI.Fueron la primera industria harinera de la ciudad desde el siglo X.
Palacio de Doña Urraca. Siglo XI. Situada junto a la Puerta de Doña Urraca, formando parte del primer recinto amurallado.
SEMANA SANTA (integrada en la ciudad)
Aquí muchas cosas están relacionadas con la Semana Santa, hasta el punto que hay un MUSEO DE SEMANA SANTA único en España que acoge la mayoría de los pasos que relatan gráficamente la Pasión de Cristo. Junto a él está la pequeña IGLESIA DE SANTA MARÍA LA NUEVA. En su interior se encuentra el Cristo YACENTE, que recorre las calles en la noche de Jueves Santo y ante el que se le canta un sobrecogedor Miserere en la PLAZA DE VIRIATO. Muchos son los momentos destacados de la Semana de Pasión zamorana. Entre ellos es obligado ver el Juramento del Silencio en la Plaza de la Catedral en la tarde del Miércoles Santo, así como la austera procesión de las Capas Pardas la noche del mismo día. Los solemnes y encajados desfiles de Jueves y Viernes Santo representan la pasión tallada en más de 40 pasos que escenifican los últimos momentos de Jesús
La Plaza de Viriato está presidida por el TERROR ROMANORUM (VIRIATO) el pastor lusitano encaramado sobre una roca traída desde Sayago y flanqueada por dos edificios magníficos, el HOSPITAL DE LA ENCARNACIÓN (siglo XVII, hoy la Diputación) y frente a él, el PALACIO DE LOS CONDES DE ALBA DE ALISTE (siglo XV, Parador de Turismo) con un estupendo claustro. En la misma Plaza, muy interesante, el MUSEO ETNOGRÁFICO que contiene la cultura y la vida de nuestros antepasados… trajes, antiguos oficios y costumbres de otras épocas…
Y hablando de museos… hay que ir al MUSEO PROVINCIAL, fijarse también en su fachada —que es la del Palacio del
Cordón— y dentro, contemplar los retazos de historia (no perderse el Tesoro de Arrabalde y los mosaicos de las Villas Romanas).
MUSEO ETNOGRÁFICO DE CASTILLA Y LEÓN: Reúne una amplísima colección de objetos y útiles que formaban parte de la vida cotidiana, desde aperos de labranza, carros, telares, amuletos, muebles, ropa, y una espléndida colección de arte pastoril.
MUSEO BALTASAR LOBO (ubicado junto a la Catedral)
Baltasar Lobo (Cerecinos de Campos 1910 – París 1993), es un referente en la escultura contemporánea. El museo recoge una importante colección de sus obras, promovida por la Fundación Baltasar Lobo creada en la ciudad como homenaje al artista zamorano y para promover y difundir su obra. El museo, ubicado en la Casa de los Gigantes, incluye más de medio centenar de obras que realizó a lo largo de su vida, junto a dibujos, fotografías y útiles de trabajo del escultor. En el recinto del Castillo pueden verse también varios bronces del autor, así como en varios puntos de la ciudad.
CENTROS DE INTERPRETACIÓN
CENTRO DE INTERPRETACIÓN DE LAS INDUSTRIAS TRADICIONALES DEL AGUA
Fueron la primera industria de la ciudad en el siglo X. La palabra aceña viene del árabe “as-saniya” que signica “la que eleva” para hacer referencia a las ruedas vitruvianas que ponían en funcionamiento las piedras de moler. Son las más antiguas de la ciudad y pertenecieron al cabildo catedralicio. En 1995 se reconstruyeron con técnicas tradicionales y acogen en su interior tres ingenios hidráulicos: un batán con el que se trabajaba los paños de lana; un molino harinero y un martillo pilón.
El espacio expositivo se dedica a difundir una pequeña historia de las ciudades europeas de la Edad Media, con especial atención a la ciudad de Zamora. Cuenta con un mirador en la planta superior abierto al Duero y al casco histórico.
A parte de una serie de obras de orfebrería, pintura y escultura de gran calidad, este pequeño museo cuenta con una magnífica colección de tapices del siglo XV al XVII con motivos de la guerra de Troya, Historia de Aníbal y los dedicados a las Artes y las Ciencias. Fueron tejidos en los talleres de Tournai y Bruselas, y constituyen uno de los mejores conjuntos conservados en las catedrales.
Exhibe los principales grupos escultóricos de la Semana de Pasión creados por imagineros como Ramón Alvarez, Mariano Benlliure y Ruiz de Zumeta entre otros. También se puede admirar objetos rituales relacionados con la Semana Santa zamorana como cruces procesionales, incensarios, atuendos de las distintas cofradías, campanas etc.
Está situado en la iglesia románica de Santo Tomé. En esta exposición se pueden admirar obras destacadas del arte cristiano de prestigiosos artistas como Gil de Ronza, Gregorio Fernández, Ruiz de Zumeta y Diego de Quirós, entre otros.
Situada a 5 minutos en coche de Zamora. Antigua casa de labranza y bodega, reconvertido en uno de los espacios más auténticos de toda la provincia. Espectacular Bodega original del siglo XIX con prensa,cubas, cava, panera, palomar, apartamentos turísticos hasta 10 personas, pozo, pilón, patio ajardinado, horno de leña, barbacoa…
FACHADAS Y ENCLAVES
Saliendo de la plaza de Viriato hacia la Plaza Mayor, hay que fijarse, a la derecha en la fachada del romántico TEATRO RAMOS CARRIÓN y dos pasos más adelante el PALACIO DE LA ANTIGUA DIPUTACIÓN cuya fachada está ornamentada por el escultor Eduardo Barrón —autor también de la estatua de Viriato— y, si estuviera abierto (Of. Turismo Zamora +34980533694), admirar el antiguo Salón de Plenos. Siguiendo el camino, al lado del ayuntamiento viejo, me asomo a la CALLE DE LOS HERREROS, una estrecha rúa donde solo hay bares (y mucho ambiente)…
Junto a ella, al otro lado del edificio del VIEJO AYUNTAMIENTO, la CALLE DE BALBORRAZ, escalonada y típica, con premio europeo por su conservación. Continúo y me paro en la PLAZA DE SAGASTA (alzar la vista y observar las fachadas de los edificios modernistas). Recoletos tesoros que hablan de la ciudad de principios del siglo XX. Hacia Santa Clara, a la izquierda, FACHADA DEL PALACIO DE LOS MOMOS, enfrente el antiguo Casino y, un poco más adelante, de esencia modernista, la fachada del MERCADO de ABASTOS, donde se pueden comprar excelentes productos locales.
ZAMORA, RUTA EUROPEA DEL MODERNISMO
Zamora, conocida principalmente por los testimonios de su esplendor medieval, vivió una segunda edad de oro de la arquitectura entre 1875 y 1930. Con su inclusión en la Ruta Europea del Modernismo, Zamora ha entrado a formar parte del elenco de ciudades depositarias de uno de los estilos artísticos más significativos y relevantes de todo el siglo XX, el Modernismo. Se trata de una distinción de la que no goza ninguna otra – capital de Castilla y León, lo que sin duda revaloriza aún más el patrimonio arquitectónico de la ciudad. Zamora cuenta con 19 edificios modernistas de excelente calidad, de los cuales, 14 están firmados por el que fuera uno de – los precursores del modernismo, el arquitecto catalán Francesc Ferriol, que tras desarrollar una intensa actividad profesional en su Barcelona natal, llegó a Zamora a principios de 1908 como arquitecto municipal. La Plaza de Sagasta y aledaños constituye el enclave modernista por excelencia, siendo una de las zonas más bellas de Zamora en la que presenta multitud de edificios de arquitectura modernista.
NUEVA ARQUITECTURA
El devenir del tiempo ha ido dejando en la ciudad una buena muestra de construcciones contemporáneas que han terminado por convertir a Zamora en un referente de la arquitectura más nueva, con obras de calidad como el Museo de Zamora, la Fundación Rei Afonso Henriques, el Museo Etnográfico o el recinto ferial IFEZA.
GASTRONOMÍA Y TAPAS
Zona Plaza Mayor
Después de tanto paseo es necesario reponerse y en Zamora es obligación y placer. Las zonas de tapas y restaurantes más conocidas rodean la Plaza Mayor. Allí se encuentran desde las más tradicionales (callos, mollejas, cachuelas…) a las más nuevas delicatessen de cocina de autor; apunto algunas calles: La Rúa, Balborraz, Viriato, San Andrés, Plaza Maestro Haedo, Sagasta, Plaza Santa Eulalia…
Zona Pinchos
Otra zona, es la que se denomina “La de los bares o la de los Pinchos”. Se encuentra entre las calles Santa Clara y San Torcuato, junto a la Plaza del Maestro. Son una veintena de bares con las tapas más tradicionales (las patatas bravas, los callos y sobre todo los “pinchos morunos”, al principio sorprende cómo los camareros dan la orden a la cocina al grito de: “dos que sí, uno que no”, en función de si son picantes o no.
Pero la gastronomía en Zamora es mucho más y la garantía de acertar, se extiende por toda la ciudad. Es tierra de pan y de vino, de queso y de buena carne (la ternera, el lechazo…) Y eso que los platos más típicos son el Arroz a la Zamorana y el Bacalao a la Tranca. Así que la calidad está garantizada, igual que la experiencia de sus cocineros. Tanto en el ensanche de la ciudad como en sus aledaños.
La gastronomía de esta tierra se sustenta en productos reconocidos con numerosos marchamos de calidad, en una provincia que desde siempre ha estado especializada en el sector de la agroalimentación. El queso zamorano, las legumbres (garbanzos de Fuentesaúco y las lentejas de Tierra de Campos), las setas, la carne de ternera de Aliste y de Sayago y el cordero lechal, los pimientos de Benavente, el chorizo zamorano… Y por supuesto el pan, de buenos cereales, y sus grandes vinos de Toro, Tierra del Vino, Arribes del Duero y Valles de Benavente, cuatro zonas vinícolas diferentes en un pequeño territorio. Estos ingredientes y muchos más constituyen la base de una gastronomía tradicional y también moderna, que se atreve a maridar sabores y busca las raíces de sus platos en los productos locales.
¡Zamora, la gran olvidada!
Artículo basado en el original «Zamora, un paseo esencial» elaborado por el Ayuntamiento de Zamora
Acceso al .pdf original (Ayto. de Zamora): http://bit.ly/descarga-pdf-un-paseo-por-zamora (7 mb)